El rastreo
30/01/2010 22:03
Lo más estimulante para un perro con instinto cazador es el rastreo. Si tu perro está en este “grupo” él sabe bien cómo seguir un rastro de manera instintiva. Mientras que nosotros nos limitamos a seguir huellas, los perros aprenden que en el campo hay muchas sorpresas agradables que invitan a jugar y olfatear. El rastreo satisface las necesidades naturales del perro y es un sustituto ideal de la caza. Para cualquier perro, distinguir entre varios olores o identificar uno en concreto es como un juego de niños, recomendamos integrar esta actividad en los juegos cotidianos del perro.
Ejemplos de ejercicios prácticos:
1º.- Coge una botella pequeña de plástico, llénala hasta la mitad de premios “olorosos” y realiza varios agujeros para permitir la salida del olor. Mientras un amigo está con tu perro, escóndela a unos 6-7 metros de distancia pero agachándote varias veces haciendo que la dejas ahí para dificultarle un poco la búsqueda. Luego suéltalo y anímalo a que busque, una vez encontrado recompénsale inmediatamente con alguno de los premios que hay en el interior de la botella.
2º.- Una vez controlado el primero y para los más rastreadores, ata una cuerda de unos 15 metros a la misma botella y escóndela, por ejemplo entre unas hojas, a la distancia que te permita la cuerda sin dejarla tensa. Anima a tu perro a la búsqueda y tira un poco de la cuerda si ves que se despista para ayudarle.
3º.- Para expertos en el rastro, con la misma botella y cuerda (esta vez es suficiente con uno o dos metros), deja a tu perro al lado de un amigo y ve alejándote de él arrastrando la botella para dejar el olor en el suelo. Realiza el movimiento en forma de “L” y esconde la botella entre unas hojas, troncos, hierba… para que no se vea a primera vista. Anímalo a la búsqueda y verás cómo tu perro sigue el rastro hecho por la botella hasta encontrarla. Prémialo con parte de su contenido y realiza este juego en distintos entornos.
Tras la repetición de estos ejercicios tu perro podrá disfrutar de las cualidades de su olfato y su instinto de caza.
Recuerda que el perro actualmente tiene limitado muchos instintos pero que genéticamente siguen presentes y esto, en muchas ocasiones, deriva en problemas conductuales. Ten paciencia si al principio se desorienta y confía en su olfato, si tu perro no consigue el objetivo no significa que tenga el olfato alterado o que no pueda seguir un rastro, sólo es cuestión de práctica, además, no siempre el viento sopla en la dirección esperada y se lleva consigo olores.
Observaciones:
Recuerda disminuir su dosis de pienso proporcionalmente si practicas mucho estos ejercicios para evitar el sobrepeso.
No permitas que el perro se lleve la botella porque así no conseguimos el objetivo y además puede lastimarse las encías masticándola para conseguir lo que hay dentro.
Si tu perro no tiene muy desarrollado el olfato haz los agujeros de la botella más grandes para facilitar la salida del olor y realiza antes varios ejercicios sencillos para motivarle a buscar la botella.
© EtoHorus






1º.- Coge una botella pequeña de plástico, llénala hasta la mitad de premios “olorosos” y realiza varios agujeros para permitir la salida del olor. Mientras un amigo está con tu perro, escóndela a unos 6-7 metros de distancia pero agachándote varias veces haciendo que la dejas ahí para dificultarle un poco la búsqueda. Luego suéltalo y anímalo a que busque, una vez encontrado recompénsale inmediatamente con alguno de los premios que hay en el interior de la botella.
2º.- Una vez controlado el primero y para los más rastreadores, ata una cuerda de unos 15 metros a la misma botella y escóndela, por ejemplo entre unas hojas, a la distancia que te permita la cuerda sin dejarla tensa. Anima a tu perro a la búsqueda y tira un poco de la cuerda si ves que se despista para ayudarle.
3º.- Para expertos en el rastro, con la misma botella y cuerda (esta vez es suficiente con uno o dos metros), deja a tu perro al lado de un amigo y ve alejándote de él arrastrando la botella para dejar el olor en el suelo. Realiza el movimiento en forma de “L” y esconde la botella entre unas hojas, troncos, hierba… para que no se vea a primera vista. Anímalo a la búsqueda y verás cómo tu perro sigue el rastro hecho por la botella hasta encontrarla. Prémialo con parte de su contenido y realiza este juego en distintos entornos.
Tras la repetición de estos ejercicios tu perro podrá disfrutar de las cualidades de su olfato y su instinto de caza.
Recuerda que el perro actualmente tiene limitado muchos instintos pero que genéticamente siguen presentes y esto, en muchas ocasiones, deriva en problemas conductuales. Ten paciencia si al principio se desorienta y confía en su olfato, si tu perro no consigue el objetivo no significa que tenga el olfato alterado o que no pueda seguir un rastro, sólo es cuestión de práctica, además, no siempre el viento sopla en la dirección esperada y se lleva consigo olores.
Observaciones:
Recuerda disminuir su dosis de pienso proporcionalmente si practicas mucho estos ejercicios para evitar el sobrepeso.
No permitas que el perro se lleve la botella porque así no conseguimos el objetivo y además puede lastimarse las encías masticándola para conseguir lo que hay dentro.
Si tu perro no tiene muy desarrollado el olfato haz los agujeros de la botella más grandes para facilitar la salida del olor y realiza antes varios ejercicios sencillos para motivarle a buscar la botella.
© EtoHorus





