De vacaciones, también con ellos. Y si no puedes, busca un sitio fiable para que esté bien durante tu ausencia
02/06/12 18:39
Llegan las vacaciones de verano y los españoles buscan un cambio de aires para desconectar del trabajo, de los ruidos de la ciudad, del tráfico… Pero viajan con su familia y, ¿por qué no?, con su animal de compañía. Una de cada cuatro familias del país tiene algún animal en casa y esto se convierte en un inconveniente a la hora de pasar unos días fuera.
Sin embargo, cada vez son mayores las facilidades para viajar con un animal. Según un informe de la Fundación Affinity, cada año son más los hoteles que admiten animales: si en 2001 eran 1.940 establecimientos, esta cifra era de 3.421 el año pasado. En algunos de ellos, cada vez les tratan mejor: camas especiales, recipientes para la comida, bolsas de limpieza, comida específica, mantitas, huesos, pelotas… También los hay que incluyen zonas de paseo especiales, entrenamientos personales, o, incluso, tratamientos de belleza.
Todo un lujo, sobre todo en una época de crisis en la que la mayoría de las familias tienen que recortar el presupuesto de las vacaciones. También hay opciones más modestas. Muchas casas rurales aceptan animales, y el 81 por ciento de los campings aceptan que estos animales acompañen a sus dueños. En sitios como éstos, los animales, como las personas, podrán desconectar en un ambiente rural.
Pasaporte animal
Desgraciadamente, los lugares de alojamiento no son los únicos obstáculos para llevar a los animales de viaje. El desplazamiento es a veces lo más complicado, pues no siempre se puede recurrir al transporte privado –el coche es la forma más cómoda–. Tanto en avión, como en tren o en barco, son las compañías las que determinan si el dueño puede ir acompañado del animal, por lo que hay que consultar sus políticas. Es importante recordar que necesitan el pasaporte de la Unión Europea para viajar fuera de España, tanto a países de la unión como a los terceros que lo acepten. Este documento lo hacen las clínicas veterinarias y contiene toda la información útil sobre el animal.
Es habitual que los propietarios de animales muestren preocupación a la hora de desplazarse en avión con ellas. Hay que comunicar que se viaja con un animal en el momento de hacer la reserva, y dependiendo de la aerolínea, podrá quedarse en la cabina o, por el contrario, en la bodega. Si es un animal pequeño –de menos de 6 kilos– es habitual que le permitan viajar como maleta de mano, en un contenedor adecuado –tiene que cumplir algunos requisitos, también para viajar en bodega–, y el precio sería según las tarifas por exceso de equipaje. Si el animal está bien aseado, las pegas por parte de la compañía para embarcar al animal serán menos.
Pero situaciones como ésta no sólo estresan a los dueños, también a los propios animales. Por ello, hay que transmitirles tranquilidad, para evitarles ansiedad, acostumbrarlas a permanecer dentro de la jaula y no despedirse de ella de manera dramática. Muchos expertos recomiendan evitar el uso de tranquilizantes, ya que tienen efectos desconocidos en las alturas.
Menos perros, más acuarios La crisis está azotando también a las tiendas de animales, donde la actividad se ha reducido a la mitad, especialmente la venta de perros y gatos, mientras que se registra un ligero repunte de los acuarios. Según Neus Abad, presidenta de la Asociación Española de Distribuidores de Productos para Animales de Compañía, los acuarios crecen porque mucha gente ha dejado de viajar y busca un rincón de naturaleza en casa, al tiempo que resultan más baratos de mantener que un perro o un gato. Así, la peluquería canina y los accesorios para perros y gatos son vistos ahora como un gasto superfluo, explicó a Efe Emilia Díaz, presidenta de la Asociación Española de Estilistas Caninos, que recordó que la crisis ha llenado aún más las protectoras de animales.
Fuente: Almudena Docavo. Larazon.es
Todo un lujo, sobre todo en una época de crisis en la que la mayoría de las familias tienen que recortar el presupuesto de las vacaciones. También hay opciones más modestas. Muchas casas rurales aceptan animales, y el 81 por ciento de los campings aceptan que estos animales acompañen a sus dueños. En sitios como éstos, los animales, como las personas, podrán desconectar en un ambiente rural.
Pasaporte animal

Es habitual que los propietarios de animales muestren preocupación a la hora de desplazarse en avión con ellas. Hay que comunicar que se viaja con un animal en el momento de hacer la reserva, y dependiendo de la aerolínea, podrá quedarse en la cabina o, por el contrario, en la bodega. Si es un animal pequeño –de menos de 6 kilos– es habitual que le permitan viajar como maleta de mano, en un contenedor adecuado –tiene que cumplir algunos requisitos, también para viajar en bodega–, y el precio sería según las tarifas por exceso de equipaje. Si el animal está bien aseado, las pegas por parte de la compañía para embarcar al animal serán menos.
Pero situaciones como ésta no sólo estresan a los dueños, también a los propios animales. Por ello, hay que transmitirles tranquilidad, para evitarles ansiedad, acostumbrarlas a permanecer dentro de la jaula y no despedirse de ella de manera dramática. Muchos expertos recomiendan evitar el uso de tranquilizantes, ya que tienen efectos desconocidos en las alturas.
Menos perros, más acuarios La crisis está azotando también a las tiendas de animales, donde la actividad se ha reducido a la mitad, especialmente la venta de perros y gatos, mientras que se registra un ligero repunte de los acuarios. Según Neus Abad, presidenta de la Asociación Española de Distribuidores de Productos para Animales de Compañía, los acuarios crecen porque mucha gente ha dejado de viajar y busca un rincón de naturaleza en casa, al tiempo que resultan más baratos de mantener que un perro o un gato. Así, la peluquería canina y los accesorios para perros y gatos son vistos ahora como un gasto superfluo, explicó a Efe Emilia Díaz, presidenta de la Asociación Española de Estilistas Caninos, que recordó que la crisis ha llenado aún más las protectoras de animales.
Fuente: Almudena Docavo. Larazon.es