La crema de Fluorouracilo, usada para un tipo de cáncer de piel humana, letal en animales de compañía

Por Adam Marcus.

Las revistas científicas no suelen ser territorio para mascotas, pero Archives of Dermatology narra la historia médica trágica de Ruby, un perro que murió por envenenamiento accidental tras morder un tubo de un potente medicamento oncológico que utilizaba su dueño.

El equipo médico que firma el artículo advierte que los pacientes que tienen mascotas y usan la crema de fluorouracilo o 5-FU para tratar un cáncer de piel llamado queratosis actínica, deberían conocer los riesgos para sus animales y conservar los fármacos en lugares seguros.

"La crema de fluorouracilo es extremadamente tóxica para los perros por motivos desconocidos", dijo el doctor Nicholas Snavely, dermatólogo de la University of Virginia, en Charlottesville, y coautor del artículo.

"Dosis muy pequeñas podrían causarles convulsiones y hasta la muerte, y la población no lo sabe", añadió.

Cada año se reciben entre 30 y 40 informes sobre mascotas, casi todos perros, que ingirieron fluorouracilo, comentó el doctor Safdar Khan, director de toxicología del Centro de Control de Envenenamiento Animal, en Illinois.

Esa cifra supera a la correspondiente a otros fármacos oncológicos, pero es menor que la cantidad de informes por consumo de antidepresivos y estimulantes, que causan la mayoría de los casos de envenenamiento de mascotas por consumo de medicamentos de uso humano.

La crema de fluorouracilo es tan tóxica para las mascotas que hasta el residual en la piel del dueño podría ser mortal para un animal pequeño si lo lame.

Pero la mayoría de los casos de envenenamiento se debe a que los dueños dejan los tubos de la crema en lugares donde los animales pueden alcanzarlos y masticarlos.

Eso es lo que sucedió con Ruby, un Yorkshire Terrier de 2 kilos. Su dueño había consultado a Snavely y
un colega por la queratosis actínica en su cara. Cuando ellos le sugirieron utilizar 5-FU, el hombre lo rechazó porque su perro había mordido un tubo del mismo fármaco que ya le habían recetado.

Inmediatamente después de morder el tubo, Ruby empezó a vomitar, a tener convulsiones y murió varias horas después en un hospital veterinario local.

Temeroso por lo sucedido, el paciente no quiso correr el riesgo de que se repitiera la historia con otro de sus perros, explica el equipo en la revista.

Khan dijo a Reuters Health que los dueños de mascotas que utilizan la crema de fluorouracilo deberían evitar el contacto con sus animales después de aplicarse el remedio. Y dejarlo al alcance de cualquier animal de compañía "no es buena idea", indicó el autor.

FUENTE: Archives of Dermatology, Octubre de 2010