Indefensión aprendida (Contiene vídeo)
06/06/2012 22:48
Extrapolando las observaciones en los animales, y por la misma razón, según M. Seligman, los seres humanos, tras una serie de pérdidas, fracasos, frustraciones, desengaños o desventuras, forjamos la idea de que somos incapaces de controlar los escenarios en los que se desenvuelven, y las situaciones en las que intervienen, y finalmente se vuelven depresivos.
Para Vinaccia (2004) la Incapacidad Aprendida es definida “como el estado psicológico que se produce cuando los acontecimientos son percibidos como incontrolables y por los cuales no se puede hacer nada para cambiarlos; lo incontrolable es justamente lo que genera dicha desesperanza. Por ello la percepción de incontrolabilidad se caracteriza por una marcada distorsión de la percepción de control”. Y es esta incontrolabilidad, aprendida del entorno, la que altera el sentido de planificación de respuestas, y de previsión de consecuencias, aumentando con esto, respuestas de resignación y fatalismo.

A nivel organizacional, si bien se han establecido diferencias entre el aprendizaje de los individuos y el aprendizaje de las organizaciones, en general se puede afirmar que, la forma de aprender organizacionalmente sobreviene a partir de los aprendizajes de las personas que las integran. Por lo que una organización también puede tener aprendida la incapacidad. Máxime, cuando se dan ciertos aspectos en las relaciones de los individuos que conforman las organizaciones, que dificultan y llenan de proyecciones de fracaso y frustración personal, su aprendizaje y desarrollo.
Indefensión aprendida: Es una condición psicológica en la que el sujeto aprende a creer que esta indefenso, que no tiene ningún control de la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que haga es inútil. Cómo resultado el animal permanece pasivo, inseguro o temeroso ante una situación nueva, incluso cuando dispone de la posibilidad real de cambiar las circunstancias.
Pautas generales: Ir poco a poco habituándolo a situaciones nuevas, con comida como refuerzo positivo.
Buscaremos qué tipo de juguetes prefiere y también los usaremos para premiar conductas que deseamos.
Este tipo de perros llevan asociado, en la mayoría de casos, miedos o fobias a ruidos fuertes, sería importante desensibilizarlo a estos ruidos de forma gradual y con premios.
Es un proceso "pesado" porque es largo en el tiempo pero con resultados muy satisfactorios para el animal, sin estrés, sin castigos y ayudándolo a que entienda a diferenciar situaciones seguras de inseguras, aumentando así su calidad de vida.
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