Cognición y emoción

La corteza cerebral (centro cognitivo) y el sistema límbico (centro emocional) funcionan conjuntamente o contrapuestos. Debido a la domesticación canina, las adaptaciones facilitan el desarrollo de sus habilidades mentales o cognitivas.
Si estimulamos su corteza cerebral solucionando retos o conflictos, el sistema límbico se inhibirá y el perro tendrá bajas posibilidades de experimentar emociones problemáticas.

Si provocamos que el perro se sienta temeroso o estresado, la corteza cerebral se inhibirá y no podrá pensar de forma resolutiva y eficaz.

Esto indica que debemos evitar que nuestros perros entren en estados de alta sensibilidad.

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